Creo que vivíamos el periodo más largo desde la independencia de toda América Latina sin oir hablar de golpes de Espado. Pero se veía venir.
Los modos y formas del secuestrado Presidente Zelaya habían provocado las iras dentro de su propio Partido, que pedían la abstención ante el referendum. La oposición propugnaba el voto en contra. Y, parece ser, el propio Congreso había declarado ilegal el mismo. Pero, a pesar de todo esto ¿Quíenes son los militares para actuar? ¿Qué otra cosa se espera de ellos salvo el mandato de defender sus fronteras y obediencia al poder civil? Acabo de leer el manifiesto del Poder Judicial Hondureño, según el cual, se ordenó actuar al ejercito y me asalta la duda: desconozco su Constitución, pero ¿Supeditan las Fuerzas Armadas al Poder Judicial y no al Legislativo o Ejecutivo?
Una vez más, y nosotros sabemos mucho de eso, se proclaman salvapatrias y el conflicto está servido. El general Romeo Vásquez se ha "sentido" ogligado a intervenir. ¿Quién se lo ha mandado? Horas antes del secuestro de Zelaya, este mismo ratificaba en el cargo al general Vásquez. Como en su dia Pinochet fue ratificado como Jefe de las fuerzas armadas chilenas. O el general más joven de Europa se sublevó al grito de "Viva la República", para terminar con ella. La lógica de los generales nunca la he entendido, salvo la de la fuerza y disponer (que no poseer legíticamente) de los recursos humanos y tecnológicos para hacer la guerra.
El caso es que a estas horas el depuesto Presidente Constitucional se haya refugiado en Costa Rica, ya son 8 de sus ministros detenidos por los militares y el ejército con el control de las calles y las instituciones.
No quiero anticipar acontecimientos, pero honestamente creo que había un sin fin de mecanismos democráticos antes que sacar lo tanques a la calle; estos, una vez fuera, nunca se sabe cuando regreserán a los cuarteles.
domingo, 28 de junio de 2009
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