Con este ambiguo término expresan últimamente los medios de comunicación la lejanía de la casta política respecto de la ciudadanía.
Me parece un poco suave, pero puede valer.
Hace bien poquito, como acostumbran, en la última campaña electoral, han vuelto a declararse obesionados por nuestros intereses, nuestro bienestar, bla, bla, bla. Pero, como siempre, eran meras palabras, mentiras en boca de cantamañanas, porque a las pocas horas estaban todos "a lo suyo" que rara vez -por no decir ninguna- coincide "con lo nuestro".
Si no estoy equivocado el Presidente del Congreso, Bono, pospuso la discusión acerca de sus desorbitados sueldos, jubilaciones de oro, etc. para después de las elecciones. ¿Y bien? ¿A qué espera? A que se nos olvide, supongo.
Lejos de eso, hoy mismo ha propuesto rebajar de 3 a 2 los plenos semanales. En realidad a mi me da igual, como si no hacen ninguno pues no discuten nada más que tonterías o putadas para la ciudadanía. Cuánto menos se reunan mejor. Concretando; los demás grupos lo han rechazado (hasta el suyo propio), pero no porque tengan mucho trabajo, o quieran trabajar más, no, sino porque darían mala imagen. ¿Peor?
Desafección. Más bien pasotismo, desprecio, utilización de la ciudadanía.
Creo que la función pública debe estar suficientemente retribuida. Eso no lo voy a discutir, pero ¿Por qué se pueden jubilar tras 7 años de trabajo mientras los demás necesitamos 38? ¿Por qué cotizan por el 3% de su sueldo cuando (por cantidad) pertenecen a la banda más ancha de cotización? ¿Por qué no son sancionados si no acuden a los plenos? ¿Por qué no admiten mecanismos de control de cualquier tipo a su trabajo?
¿Desafección? Creo que todo esto tiene otro nombre: CARA MUY DURA.
Podría estar de acuerdo o no con los políticos de la transición y primeros años de la Democracia, pero la mayoría de ellos se movían por ideales. ¿Estos? Por interes y es lo que demuestran día a día con su "desafección", cara dura, cretinismo, corrupción ...
Se habla de refundar la democracia y creo que no es suficiente. Está tan podrida que nada de ella vale, sólo tirarla y volver a empezar. Desde la Ley Electoral (timo bipartidista y nazionalista), Estado de las Autonomías (tomadura de pelo que no es sostenible económicamente), manejo de las televisiones públicas, nula independencia del Poder Judicial, y un largo etcétera. Todo está podrido y no se ha podrido sólo, sino que han sido todos estos tipos/as arrimados al poder para sacar tajada, o bien para su partido o bien para ellos mismos. Han olvidado la vocación del servicio público. Han olvidado la honradez. Se han olvidado de nosotros.
Y como dicen en la acampada de Sol y una de las pocas cosas que hoy por hoy puedo estar totalmente de acuerdo con ellos: NO NOS REPRESENTAN.
Sinceramente, podían irse y dejar a gente nueva con vocación de servir (independientemente de sus ideologías) intentar reconducir este disparate.
miércoles, 8 de junio de 2011
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